También conocido como del Monasterio de la Encarnación, en la primera de las fases se procedió a la total sustitución de la estructura de las cubiertas, formación de tablero y cubrición con teja, realizándose la nueva recogida de aguas en canalones y bajantes de cobre. Se restauraron los paramentos exteriores, cornisas y espadaña. La segunda fase consistió en el refuerzo de los forjados, renovación de instalaciones y terminaciones interiores, así como la construcción de nuevas celdas para las religiosas.