El templo de San Isidro es el resultado de diferentes etapas edificadas, siendo el arquitecto Ignacio Cremonesi el autor de la última en 1896. Fue declarada Monumento Nacional en el año 1977. Históricamente, el inmueble de albañilería simple y estilo preponderantemente neoclásico, sufrió numerosos daños estructurales, siendo el terremoto del año 2010 el que detona las actuales obras de restauración. La intervención contempla la estabilización estructural y puesta en valor del templo en una primera etapa. Para ello, se han generado refuerzos estructurales en hormigón armado y elementos de acero en la coronación de los muros de albañilería del templo y en la losa aligerada de su cielo, reparación de grietas en fachada y la recuperación integral de su estructura de techumbre y cubierta. Como parte de la puesta en valor del inmueble, se ha ejecutado un proyecto de iluminación que abarca su fachada principal y nave central. Las obras permiten la reapertura del templo, que se encontraba cerrado desde el año 2010.