La Giralda Premio Hispania Nostra a la Conservación del Patrimonio
La intervención en La Giralda de Sevilla ha seguido una metodología innovadora que le ha llevado a ser galardonada con el Premio Hispania Nostra a la Conservación del Patrimonio como factor de Desarrollo Económico y Social.
La torre campanario de la Catedral de Sevilla, forma parte de la declaración de 1987 como Patrimonio Mundial del conjunto formado por la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias.
Conocida universalmente con el nombre de Giralda, es un importante ejemplo de sincretismo cultural. Los dos primeros tercios de la torre fueron construidos entre 1184 y 1198, como alminar de la mezquita, y son una obra maestra de la arquitectura almohade. Posteriormente, entre 1557 y 1568, se sumó el campanario renacentista diseñado por Hernán Ruiz, destacando el respeto e integración entre ambas arquitecturas.
La Giralda constituye una manifestación tangible de la arquitectura y el arte como crisol de las culturas que ha ido acogiendo el territorio europeo a lo largo de su historia, al tiempo que una obra de influencia en la construcción de numerosas torres en España y en América.
La torre es un referente cultural, histórico y artístico no solamente de Sevilla, también de Andalucía y de España. Es una de sus singulares imágenes distintivas e icónicas.
Con un fuerte arraigo, identificación y significación cultural para la ciudanía, la intervención ha sido planteada con una gran sensibilidad por parte de su promotor el Cabildo de la Catedral de Sevilla. Desde el primer momento se planteó una metodología basada en cuatro pilares: investigación, documentación, restauración y comunicación para llevar a cabo una intervención única, con una clara voluntad de cuidar del bien, investigar y generar documentación, fruto valioso para seguir ampliando el conocimiento sobre la Giralda en el futuro, y de divulgar hallazgos y proceso, mediante exposiciones, visitas, conferencias y una comunicación activa ampliamente difundida.
El contenido social y cuidado hacia los vecinos, así como la sensibilidad a los millones de visitantes que recibe la ciudad cada año, relevante motor económico, ha motivado la intervención “por caras”, en vez de global en la torre, asumiendo las dificultades y sobrecostes añadidos. De esta forma, la Giralda ha podido ser contemplada en su mayor parte durante toda la intervención y, además, durante la Semana Santa, sin andamios, para poder mostrar así toda su grandeza.
Cada una de las fases de intervención realizadas, ha mantenido y seguido los mismos cuatros pilares directores: investigación, documentación, intervención y comunicación. Promovida íntegramente por el Cabildo, ha contado con el apoyo y supervisión continua del Comité de Expertos de La Giralda, creado específicamente con destacados expertos en el bien y en cada uno de los aspectos de la metodología, la dirección del arquitecto Eduardo Martínez Moya y la ejecución del equipo especializado de KALAM.
En 2017, se iniciaron los trabajos en la Cara Oeste, avanzando en los dos años consecutivos con la Cara Sur y Este respectivamente, y tras un parón derivado de la pandemia del Covid-19, el pasado mes de abril de 2023 dio comienzo la última fase, que ha finalizado en marzo de 2024, en la Cara Norte.
La importante labor de investigación y documentación ha sido exhaustiva, dando como resultado la identificación y localización de restos de revocos y cromáticos, de los mechinales de construcción, estudios geométricos de las formas de los paños de sebka o grafismos en sus fondos, entre otros muchos relevantes.
La intervención ha incluido la limpieza adaptada a la materialidad y estado de conservación de cada superficie, incluyendo la realizada con láser en los capiteles de mármol, en seco en las fábricas o con brochas de cerdas naturales y aplicación puntual de algodón con agua desmineralizada en revestimientos.
Entre los trabajos de restauración efectuados se han llevado a cabo la consolidación de las superficies de ladrillo, en los casos necesarios, al igual que en las zonas pétreas que presentaban arenización. Reintegración de volúmenes y formas, con recuperación de piezas cerámicas en las fábricas y de los paños de sebka, empleando cerámica de fabricación artesanal, con cantería en superficies pétreas o con morteros de cal en volúmenes menores.
Todos los trabajos han sido realizados por profesionales de KALAM, con un equipo especializado y estable en todas las fases, con amplia experiencia en restauración, para asegurar la calidad y el rigor necesarios en este bien único.
La intervención y su metodología han sido recientemente galardonadas con el Premio Hispania Nostra a la Conservación del Patrimonio como factor de Desarrollo Económico y Social. El jurado ha destacado “la calidad del trabajo técnico y el éxito en la coordinación de un importante equipo multidisciplinar integrado por especialistas de diferentes materias y oficios. Así mismo valora la mejora de la accesibilidad a la torre y el esfuerzo de información y comunicación realizado durante la ejecución de las obras, fomentando así la comprensión del proceso”.
Entre otros, también ha señalado “la importancia de la restauración de este icono patrimonial de España y ha valorado como muy positiva la decisión del Cabildo de la Catedral de Sevilla de realizar las obras con la mínima afección visual al monumento, teniendo en cuenta la importancia social, el cuidado hacia los vecinos, así como la sensibilidad hacia los millones de visitantes que recibe la ciudad cada año“.
Un relevante reconocimiento, para esta sensible intervención que ha involucrado el trabajo coordinado del promotor, director de las obras y todos los técnicos y expertos involucrados, que han sumado esfuerzos y conocimiento con un fin común: ampliar conocimiento, difundiendo proceso y resultados, al tiempo que se han realizado los necesarios trabajos para la conservación de este icónico bien de nuestro patrimonio mundial.
Fotografías: Eduardo Martínez Moya