Recalce de cimentación y consolidación estructural en restauración de patrimonio

La restauración de la Casa del Labrador en el Palacio de Aranjuez:

La restauración del patrimonio requiere equipos multidisciplinares y empresas especializadas con experiencia en intervenciones sobre bienes únicos. La rehabilitación de la Casa del Labrador es un claro ejemplo de una actuación compleja y necesaria, donde se han resuelto problemas estructurales derivados de una deficiente transmisión de cargas al terreno.

El proceso ha implicado estudios previos, monitorización del inmueble y la intervención de técnicos especializados, restauradores y maestros de oficios tradicionales. Se han ejecutado trabajos de recalce de cimentación mediante micropilotes, refuerzo y consolidación estructural, protección y restauración de bienes muebles, ornamentación interior y fachadas, además de mejoras y rehabilitación en cubiertas e instalaciones. La experiencia de KALAM en intervenciones similares ha sido clave para garantizar el éxito del proyecto, permitiendo la reapertura del edificio dentro del Paisaje Cultural de Aranjuez, Patrimonio Mundial.

En esta entrada resumimos la intervención e incorporamos un vídeo preparado al final de los trabajos que describe en detalle la actuación.

La Casa del Labrador: relevancia e historia

A finales del siglo XVIII, Carlos IV ordenó la construcción de un palacio en el extremo oriental de los jardines de Aranjuez, siguiendo la influencia de las casas francesas y los casinos italianos. Diseñado por Juan de Villanueva, el edificio se ubica junto al río Tajo y destaca por su rica ornamentación interior y valiosos bienes histórico-artísticos, como sedas, pinturas murales, mobiliario y esculturas.

Solución de la patología estructural por cimentación deficiente

Estudios previos, diagnóstico y monitorización

En 2017, la aparición de fisuras en fachadas, forjados y techos impulsó una fase inicial de monitorización y análisis que lleva a cabo Patrimonio Nacional, propietario del inmueble. Diversos estudios confirmaron que los problemas estructurales derivaban de una cimentación inadecuada y la proximidad del nivel freático.

Los recalces ejecutados a principios del siglo XX no alcanzaban un sustrato suficientemente firme, por lo que se decide que es necesario acometer una nueva cimentación. Cuando la redacción del proyecto estaba casi finalizada, la tormenta Filomena agravó las grietas monitorizadas, lo que motivó el inicio de una obra de emergencia en marzo de 2021.

Protecciones, retirada de bienes muebles y medidas preventivas

Dada la complejidad de la intervención, se retiraron y catalogaron los bienes muebles, protegiendo ornamentos, paredes, techos y estructuras para evitar daños, durante la fase de recalce, y acumulación de polvo. Se realizaron trabajos de consolidación en techos pintados y cosido de grietas estructurales mediante mallas especiales y mortero de cal, asegurando la estabilidad previa a los trabajos en la cimentación.

Se instalaron sensores para monitorizar los movimientos estructurales y garantizar que se mantenían dentro de los umbrales de seguridad. Entre estos trabajos previos destaca la protección de la pintura al fresco de Mariano Salvador Maella con una subestructura metálica y protecciones flexibles y el refuerzo de la sujeción de la bóveda encamonada que soporta esta pintura. La estructura estaba compuesta por cerchas metálicas atirantadas, que no cumplían adecuadamente su función, por lo que se instalaron tres cerchas de madera laminada, eliminando así tensiones antes de la intervención.

Recalce de cimentación: ejecución de micropilotes y vigas de atado

La nueva cimentación se compone de dos familias de pilotes distribuidos en toda la planta. Se ejecutaron 500 pilotes de 15 cm de diámetro a 15 metros de profundidad alrededor de los muros perimetrales e interiores. En puntos estratégicos, se colocaron pilotes de 30 cm de diámetro a mayor profundidad, inclinados para evitar desplazamientos horizontales.

Las cabezas de los pilotes se conectaron mediante vigas de atado y pasadores metálicos roscados, permitiendo la transmisión de cargas del muro a la cimentación. Todo el proceso fue monitorizado en tiempo real para controlar vibraciones y movimientos dentro de los límites establecidos.

Refuerzo de estructuras y restauración arquitectónica

Refuerzo del forjado en la Sala de la Compañía

Para reforzar el forjado de la Sala de la Compañía, se identificaron, desmontaron, limpiaron y almacenaron más de 4.000 piezas de porcelana de la Real Fábrica del Buen Retiro. Posteriormente, se limpiaron y restauraron los perfiles metálicos, instalando un nuevo entrevigado, conectores y capa de compresión. Tras concluir el refuerzo, se recolocaron todas las piezas para recuperar el solado original.

Restauración de cubierta y terrazas

Se renovó la cubierta con revestimiento de pizarra, aprovechando para incorporar aislamiento térmico que permita atenuar los fuertes cambios de temperatura que afectan al inmueble. Se restauraron elementos de remate y mansardas con la intervención de especialistas en zinc y plomo. Además, se instalaron emplomados de 2,5 mm de espesor en las terrazas planas, garantizando su estanqueidad mediante la ejecución de remates, canales y encuentros adecuados.

Restauración de la fachada y recuperación de su imagen original

Las fachadas de ladrillo presentaban un deterioro significativo y una configuración estética alterada desde mediados del siglo XX. Tras un estudio documental, se optó por recuperar la imagen original de principios del siglo XIX, aplicando un revoco de cal tradicional con el color y volúmenes observados en el cuadro de Fernando Brambilla.

Restauración integral para la conservación de un bien único

La restauración de la Casa del Labrador ha permitido conservar este bien de incalculable valor histórico y cultural. La complejidad de la intervención requirió rigor técnico, experiencia y un control minucioso, dado el carácter invasivo de algunos trabajos y las posibles afecciones por salida de agua y lodos.

La trayectoria de KALAM en intervenciones sobre bienes protegidos, junto con su equipo multidisciplinar de técnicos, restauradores y especialistas en oficios tradicionales, ha sido clave para el éxito del proyecto. La coordinación entre dirección facultativa, de ejecución y promotor, por parte de Patrimonio Nacional, y equipo especializado de intervención de KALAM ha garantizado la preservación del edificio, permitiendo que continúe siendo parte del Patrimonio Mundial por muchos años más.