El Gobierno de Aragón encargó a Kalam la restauración de esta iglesia mudéjar. Se levantaron en su totalidad las cubiertas para la sustitución de la estructura de madera original, procediéndose posteriormente a su cobertura con teja árabe. Los muros se desecaron mediante drenajes ventilados y un sistema de electroconvectores que solucionaron los problemas de humedad.